Si encuentras que las bolsas regulares son difíciles de abrir, nuestras bolsas con asa están aquí para ayudarte. Simplemente tira de las asas para abrirlas y átalas con fuerza para cerrar la bolsa.
Son extra anchas (34,2x17,7 cm) y lo suficientemente grandes como para que quepa una pala de arena para gatos, lo que las convierte en la parte superior perfecta para recoger excrementos. Además más higienicas para tus manos y fáciles de cerrar!
¿No tienes dispensador? No hay problema. Estas bolsas salen de la caja una a una y se pueden atar a una correa o guardar en los bolsillos.
Características
Bolsas degradables con tecnología EPI